Este pensamiento resume la acción de lucha, compromiso y amor de Argimiro Gabaldón Márquez, quien vio la luz de la vida en
Argimiro o Chimiro, como lo llamaban en familia, fue un revolucionario integral que se hizo comunista en El Tocuyo en 1938, militando en una célula clandestina durante el gobierno del General Eleazar López Contreras (1936-1941). A partir del juramento de lealtad a la revolución empeñó su palabra para siempre, así lo reafirma su historia de vida. Practicó el deporte como una disciplina para enaltecer el espíritu y fortalecer el cuerpo. Fue organizador de cooperativas agrícolas (1946-1947) en las montañas de Lara, de ligas campesinas y las primeras células comunistas... Argimiro planificó e instaló una imprenta clandestina en Las Cuibas (Lara) que funcionara en el zanjón del Higuerón o zanjón del diablo, allí se editaban volantes y periódicos contra la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez (década del 50). Junto a una célula de camaradas comunistas instaló una radio clandestina (1956-1957) “Radio Liberación” que funcionó de forma móvil con un equipo de trabajo donde eran: reporteros, guionistas, narradores... con una amplia red de colaboradores.
Como educador ejerció la docencia en las áreas de Matemática, Historia y Geografía, Artes Plásticas y Arquitectura. Fue Director de
Los Andes cordilleranos compuestos por los Estados Lara, Portuguesa y Trujillo fueron los escenarios de sangrientas y constantes luchas a todo lo largo del siglo XX. Primero por
Hoy, en estos tiempos de creación y construcción del Socialismo del Siglo XXI, del Poder Popular Revolucionario y de la lucha por la autodeterminación, la dignidad y el antiimperialismo se presenta para el Pueblo la obra pictórica del maestro y revolucionario integral Argimiro Gabaldón “El Comandante Carache” y su pensamiento convertido en poesía nos canta:
Habla tu lengua
¡La lengua del Pueblo!
Te entenderán en todas partes.
¡Claro que te entenderán los Pueblos!
Todos tenemos una misma gramática,
Se escribe con dolor, con sangre, con miseria...
Nos habla de una esperanza, de un mundo distinto.
Argimiro Gabaldón (1960)
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